Los trastornos de ansiedad son uno de los mayores problemas de la sociedad actual y esto se ve reflejado también en los adolescentes que lo sufren con una prevalencia entre 9 y un 21%. El ritmo de vida que se les hace llevar, las exigencias por parte de la sociedad, pueden influir en el desarrollo de este problema.

La adolescencia es una etapa de muchos cambios, en la que los adolescentes dejan de ser niños y pasan a formar parte del mundo de los adultos. Se comienzan a adquirir responsabilidades, se crea la identidad personal y se forja la persona que se será en el futuro. Todo esto, puede ser vivido por el adolescente con ansiedad, ya que muchos pueden adelantar consecuencias negativas (que no tienen que ser reales), siendo la respuesta a la incertidumbre demasiado intensa.

La sintomatología, es igual que en los adultos, lo más común es que ellos la expresen como, taquicardia, mareos, sensación de ahogo y de pérdida de control. Estos síntomas nos pueden preocuparles y pueden sentir que los demás no van a entender lo que senten, por lo que evitan hablar del tema, temen ser juzgados.

Si te encuentras en esta situación, algunas de las medidas que puedes tomar son:

Habla con un adulto sobre las sensaciones que sientes:

Es importante que hables del tema con un adulto de confianza. Aunque pienses que no te va a entender sí que lo hará. Esto te hará sentir mejor al compartir tus preocupaciones y te asesorará sobre los próximos pasos que debes dar.

Acude a un especialista:

Es importante que busques ayuda para solucionar tu problema. Si te preocupa tu salud, puedes hacerte un chequeo para comprobar que todo está bien. Pero no te olvides, que debes reaprender la forma de afrontar el mundo y un psicólogo puede ayudarte a hacerlo.

Haz ejercicio de manera regular:

El ejercicio nos ayuda a liberar tensión, con lo cual nos va a venir muy bien para reducir la ansiedad. Además, hacer algún deporte nos va a ayudar a conciliar el sueño, lo que también ayuda a la hora de reducir la ansiedad.

Se trata de un problema cada vez más común, pero que con ayuda de profesionales y su acompañamiento se puede superar más fácilmente. Es importante que se re-enseñe al adolescente a interpretar las cosas que ocurren, entrenándoles en la tolerancia a la frustración y a los fallos; dejando de lado la obsesión que pueda surgir de controlar todo lo que pasa a su alrededor.

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